
Mujeres impulsan acción climática cuando sus negocios son apoyados.
Este articulo manifiesta el reconocimiento de patrones cambiantes y la voluntad de adaptarse que demuestran las empresarias tienen el potencial de influir en la acción climática cuando ocupan posiciones de poder que les permiten afectar un cambio más amplio. Igualmente, investigaciones previas han revelado que los gobiernos con una mayor representación de mujeres en sus asambleas nacionales tienden a ser más proclives a aceptar tratados climáticos internacionales. Esto se debe, al menos en parte, a que las mujeres tienen una mejor comprensión del riesgo que representa la crisis climática tanto para ellas mismas como para la sociedad en general y el medio ambiente.
Las estadísticas respaldan esta afirmación, ya que el 80 por ciento de las personas desplazadas por el cambio climático y sus consecuentes desastres son mujeres, según las Naciones Unidas. Esta mayor vulnerabilidad personal de las mujeres ha contribuido a que adopten una postura más firme y proactiva en la acción climática global. El potencial de las mujeres para impulsar un cambio positivo en la acción climática es diverso y abarca múltiples niveles. Como señala Welch, «comienza en la unidad más pequeña de cambio: el hogar. Luego se expande hacia las comunidades y los distritos, llegando a nivel nacional e internacional».
En mi opinión es importante resaltar que las mujeres empresarias aportan una perspectiva comunitaria innata a su trabajo, lo que genera un efecto acumulativo a medida que sus esfuerzos se multiplican en diferentes niveles. Este proceso se asemeja a una bola de nieve que crece a medida que rueda cuesta abajo, impactando positivamente en cada uno de los niveles mencionados.

